Jujuy y su Festival de Cine, en busca de convertirse en referente de la región

Hace 8 años la provincia quiere ser un punto de encuentro para el séptimo arte de la región andina, también con la firma de acuerdos tanto con provincias como con países de la región y que en esta edición se ve en las 120 películas programadas.

Jujuy y su Festival de Cine, en busca de convertirse en referente de la región

 

La provincia de Jujuy apostó hace 8 años al cine con el Festival Internacional de las Alturas y desde ese comienzo ha buscado convertirse en un punto de encuentro para el séptimo arte de la región andina, con la firma de acuerdos tanto con provincias como con países de la región y que en esta edición se ve en las 120 películas que conforman su programación.

Desde su fundación y con la clínica de proyectos se han generado movimientos por entre 60 y 70 millones de pesos para la industria cinematográfica local, contó a Télam el coordinador general del festival, Facundo Morales, quien aclaró: “Para alguien que no conoce la realidad, parece poco. Pero a nosotros nos cambia la vida. Significa que hay movimiento, la creación de lazos y de muchos puestos de trabajo”.

“Tenemos vínculo con las provincias de la región y otras del país. Acá hay una clínica de producción del NOA en la cual, durante las tres primeras, se capacitaron 40 proyectos, de los cuales 15 fueron al Incaa”, sintetizó el funcionario del Festival, tras lo cual enumeró una serie de objetivos que se habían planteado en sus inicios y que, de a poco, se van cumpliendo.

Así, Jujuy ha firmado convenios con Bolivia para participar del Bolivia Lab, la instancia más importante del vecino país para proyectos en producción; otro con las diez provincias andinas argentinas para la creación de un banco de películas para compartir libremente, además de una relación constante con el resto de los países a través de las embajadas y los institutos de cine y la espera de una ley provincial, que dotará de fondos autárquicos tanto al festival como a la Jujuy Film Comition, y la creación de la oficina de Fomento.

“Ya estamos viendo los frutos. -señaló Morales-. Este año vamos a tener el Laboratorio de las Alturas, que es para realizadores de ficción de Jujuy. Uno de los premios será la participación en Bolivia Lab, que tiene un gran mercado en Santa Cruz y La Paz. En diciembre, firmamos un convenio con 10 provincias cordilleranas para generar intercambio y proyectos en común”.

Si bien el catálogo todavía no está impreso -se espera que sea para octubre-, los contenidos ya fueron seleccionados. Se trata de 50 obras, de cualquier tipo y género, para que estas provincias las puedan exhibir bajo el formato que se desea: proyección en sala, armado de festival, por streaming o con fines educativos, entre otras.

A esto, se le suma la inminente sanción de la ley de cine local, que “crea el instituto de cine provincial, con autonomía financiera y administrativa, con un fondo para todas las acciones del organismo, con la Film Comition y el Festival ahí dentro, además de un archivo fotográfico y audiovisual, para la preservación del patrimonio”.

La norma también plantea específicamente la creación de una plataforma en la que se puedan exhibir las obras beneficiarias de la ley. En los planes está incluir películas del Festival, clases y otras cuestiones de interés para el sector.

“Cada vez estamos más contentos con lo que se produce en esta parte del mundo. Ponerlo en valor es un objetivo que se ha puesto la Jujuy Film Comition, que gestiona las necesidades de una producción que decida filmar en la provincia. Por eso se han visto muchas producciones en la provincia”, señaló Morales.

Uno de los objetivos que se han puesto es la de explotar los paisajes que tiene Jujuy, que van desde las selvas de las Yungas y lo árido de la Puna, hasta la estepa cordillerana y el colorido de los cerros. Es por eso que en los últimos años se han visto rodajes como el de “Pipa”, con Luisiana Lopilato para Netflix, “Mi obra maestra”, de Gastón Duprat, y la premiada “Karnawal”, de Juan Pablo Félix.

“Se realizaron -enumeró Morales- 70 producciones desde 2017, entre películas y comerciales, lo cual generó mucho trabajo. Son granitos de arena que no solo han generado un movimiento en la industria, sino también en todo lo que lo rodea, como la hotelería, los traslados y la gastronomía”.

“Acá también tenemos desde 2015 la sede de la Enerc. Ya hay casi 100 egresados desde el nacimiento de la escuela. Todo lo enumerado va a consolidar el trabajo que se ha hecho y potenciar a la actividad con más recursos. La idea es que esto trascienda a un gobierno”, se ilusionó Morales, en medio de un festival que culmina el 11 de septiembre y en el que la cinefilia local intenta vencer las barreras que pone una época donde las plataformas y los tanques de superhérores se han devorado gran parte del pastel audiovisual.

En cuanto al Festival, con la idea de descentralizarlo de la capital, se han creado las sedes Tilcara y Palpalá, además de llevar el Cine Ambulante a otras cuatro localidades de la provincia. Entre las ofertas por fuera de la sala, están los talleres y las charlas, además de una experiencia 3D en la Plaza España de San Salvador.

Para Morales, Jujuy es “la provincia más latinoamericana del país” y esto lo hace un atractivo para el Festival, donde se proyectan películas que están por fuera del circuito comercial, pero cuya particularidad es que no tiene a los Andes como una temática central. “Creemos -sostuvo- que son países con una cinematografía diferente. Este es el único festival que pone en valor al cine que se hace en los Andes, y no hablo de temática, sino que se producen y dirigen por artistas de estos países”.

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