El Gobierno no quiere asumir costos y toma distancia de las restricciones que imponen las provincias por el Covid

Alberto Fernández decidió que los gobernadores definan según la situación epidemiológica y económica de cada distrito.

El Gobierno no quiere asumir costos y toma distancia de las restricciones que imponen las provincias por el Covid

 

Mientras en Europa varios países dispusieron confinamientos ante el avance de la variante Omicron del coronavirus, el súbito aumento de casos en la Argentina genera preocupación en el Gobierno, aunque al menos por ahora no redundará en nuevas restricciones a nivel nacional. Así lo planteó Alberto Fernández, quien busca que sean los gobernadores los que, en función de la situación epidemiológica y económica de sus distritos, adopten medidas acotadas a nivel local.

A diferencia de lo que ocurrió en el inicio de la pandemia de Covid y durante buena parte de 2021, tras las elecciones la Casa Rosada trazó una estrategia “aperturista” que entre octubre y noviembre no tuvo un impacto en las curvas de contagios. En los últimos días de diciembre el escenario cambió drásticamente, pero en el Ejecutivo quieren que esta vez sean los gobernadores los que tomen decisiones y asuman el costo.

“En este punto de la pandemia tanto el avance de la vacunación en las provincias como la situación epidemiológica es totalmente diferente. No es lo mismo la situación de Córdoba que la de Santiago del Estero, entonces es muy importante que las medidas se tomen de cada situación. Desde Nación apoyamos como siempre”, fue la explicación técnica que dio este jueves la ministra de Salud, Carla Vizzotti, en diálogo con A24.

La pelea por el costo político

El argumento sanitario no esconde la puja que hubo en el pasado -y que hoy se mantiene- entre la Casa Rosada y las provincias por el costo de las decisiones “antipáticas” que se adoptaron desde Nación. Mientras Alberto F. anunciaba cierre de actividades, en Balcarce 50 entendían que algunos gobernadores no les ponían el cuerpo a las medidas y hasta operaban por lo bajo para diferenciarse.

En el Gobierno no dudan en que, al cabo, eso tuvo un impacto electoral y en la imagen de los mandatarios. Por eso, más allá del argumento sanitario, ahora la estrategia es diferente y, salvo que la situación se agrave, serán los gobernadores los que deberán asumir ese costo.

Hasta el momento fueron seis las provincias que durante este mes dispusieron restricciones ante la suba de casos. La última fue Santa Fe, donde este jueves el gobernador Omar Perotti dispuso la vuelta del aforo del 70 por ciento en las actividades y decretó la suspensión de eventos masivos, para más de 500 personas. Toda una contradicción: la medida, vigente hasta el 28 de febrero, no incluye los partidos de fútbol organizados por la AFA que se disputen en la provincia, ya que se encuentran alcanzados por una disposición nacional.

Antes, CórdobaCatamarcaLa Rioja y Salta habían impuesto algunas restricciones. En tanto, a pesar de la reducción de 7 a cinco días de aislamiento que dispuso el Gobierno nacional para aquellas personas con esquema de vacunación completo que son contacto estrecho y no presentan síntomas, Tucumán decidió mantener los 14 días que rigen desde que comenzó la pandemia.

Sin margen económico ni social

Más allá de delegar en las provincias la responsabilidad de avanzar con restricciones, en el Gobierno admiten que no hay margen económico y social para imponer una cuarentena estricta. Apuntan que entre el plan de vacunación y lo que a priori parece ser un escenario predominado por una variante Omicron menos letal y con un porcentaje menor de ocupación de las Unidades de Terapia Intensiva, por el momento tampoco se justifica desde el punto de vista sanitario. “No tiene mayor sentido interrumpir la circulación de personas”, consideró Vizzotti, que suele aclarar que el manejo de la pandemia es “día a día”.

La Provincia de Buenos Aires, que fue una de las primeras en aplicar el “Pase Sanitario” que luego se impuso a nivel nacional, por ahora acompañan la estrategia del Gobierno y descartan decisiones extremas. Sin embargo, el ministro de Salud, Nicolás Kreplak, alertó que “si el sistema sanitario se pone tenso” puede haber cambios. “Si aumentan muchos las internaciones, se pueden tomar medidas restrictivas. Esperemos que con medidas de cuidado y con el nivel de vacunación logremos evitarlas”, avisó.

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