Rosario, una ciudad ribereña con propuestas para el turismo durante todo el año

 

La ciudad santafesina de Rosario, ubicada estratégicamente a 300 kilómetros de Buenos Aires y 400 de Córdoba, es conocida por no darle la espalda al río y sus islas, por la gran cantidad de parques y espacios verdes; y por contar con una intensa agenda cultural que invita a los turistas del país y el mundo a disfrutarla todo el año.

Al estar muy bien conectada, con un aeropuerto internacional y estación de buses y de trenes, recibe al turismo interno y del exterior, lo que la posiciona como una plaza turística importante dentro del país..

Para moverse dentro de la ciudad, el municipio tiene un sistema de transporte público con colectivos y bicicletas que funciona con una tarjeta recargable local.

Además, recientemente se sumó un Bus Turístico que, al estilo de las grandes capitales turísticas del mundo, cuenta con coches descapotables con audioguías y que recorre en dos horas unos 40 kilómetros, de los cuales 15 son bordeando el río y brinda a los turistas un panorama completo de la ciudad.

El precio de los tickets va desde los 700 pesos para niños residentes a los 1.200 para adultos, mientras que para extranjeros la tarifa oscila entre los 2.000 a los 3.600 pesos.

Para los turistas que gustan de organizar sus viajes con la ayuda de la tecnología, hay una aplicación para teléfonos celulares gratuita: Rosario Tur, que brinda acceso a mapas interactivos y circuitos temáticos, con entrevistas, imágenes y datos curiosos de los personajes más entrañables de la ciudad.

Rosario cuenta con tres hoteles de 5 estrellas y múltiples opciones de menores lujos pero muy buen servicio en el centro de la ciudad que tienen una tarifa mínima de unos 5.500 pesos, con un promedio de 7.000 para una habitación de base triple por noche.

Por su parte, el alquiler de un departamento con capacidad para tres personas, tiene un valor promedio de 6.500 pesos por noche.

La ciudad desarrolló dos grandes polos gastronómicos: uno a lo largo de la Avenida Pellegrini con opciones para todos los bolsillo; y el segundo que se ubica en el mítico barrio de Pichincha, comprendido por las calles Tucumán, Suipacha, Francia y el Río; con una nutrida vida nocturna en bares y restaurantes colmada de jóvenes.

Durante el día, Pichincha es ideal para comer en viejos bodegones, tomar un Amargo Obrero, bebida local similar al Fernet; recorrer anticuarios y caminar para conocer su pasado relacionado con cabarets, prostitución y mafiosos polacos que a fines del siglo XIX se habían instalado en la ciudad y que le valió el mote de “La Chicago Argentina”.

Producto de la pandemia, la oferta de diversión nocturna sumó en los últimos meses nuevos paseos gastronómicos al aire libre también llamados “Food parks”, en los que se puede disfrutar de comidas y bebidas de conocidos restaurantes locales en versión fast food en un ambiente descontracturado.

En todos los bares y restaurantes se puede probar el sándwich típico conocido como Carlitos, que inicialmente era un tostado de pan de miga al que se le agrega la salsa kétchup y que fue mutando a múltiples combinaciones cada una más insólita que la otra.

Sin embargo, el plato más buscado es el pescado de río como el dorado, la boga o el surubí, generalmente preparado a la parrilla, que siempre se disfruta mejor en los restaurantes junto al Paraná.

Durante la temporada de calor, el inmenso río Paraná se llena de vida, y los visitantes pueden acceder por el paseo de la Rambla Catalunya (Av. Eudoro Carrasco al 2500), a un balneario gratuito con un sector de playa escoltada por bares que comprenden la zona de Av. Costanera entre Mirador Ricardo Núñez y Avenida Puccio.

Continuando el paseo ribereño se alcanza el balneario La Florida, que abarca la zona de Av. Costanera entre Mirador Ricardo Núñez y Escauriza, una playa concesionada que abre todos los días de 9 a 19 con una tarifa fija.

Desde su muelle Norte parten lanchas hacia la zona de islas en las que se puede tomar sol, nadar y practicar otros deportes náuticos como Kayak, Kitesurf y remo.

Otra opción es cruzar desde el centro, saliendo desde la Nueva Estación Fluvial, a la zona de islas ubicadas frente al Monumento a la Bandera, donde los paradores de las islas ofrecen comida y bebidas por precios que van desde los 700 pesos por un sándwich o una ensalada, y 500 por una bebida fresca.

Reconocida por ser la ciudad con más espacios verdes por habitante del país, se puede ver los parques repletos a todas horas con gente ejercitándose desde temprano, niños jugando por la tarde, y jóvenes haciendo picnics nocturnos hasta altas horas en verano.

El más extenso es el Parque de la Independencia, un verdadero pulmón verde con un lago que puede ser navegado con pequeños botes a pedal o motor.

En la costanera, a la altura del centro, se destaca el Parque España y sus emblemáticas escalinatas permiten una gran vista panorámica del río y las islas, mientras que en la zona noroeste se emplaza El Bosque de los Constituyentes, con senderos entre arboledas y juegos para chicos en un predio de 300 hectáreas.

El deporte aparece como un gran atractivo para los visitantes con dos grandes clubes de la primera división del fútbol argentino, Rosario Central y Newell´s Old Boys, cuyos estadios “El Gigante de Arroyito” y el Estadio Marcelo Bielsa, también conocido como “El Coloso del Parque”, se pueden conocer en visitas guiadas.

A esto se suma el Museo del Deporte Santafesino, uno de los más modernos del país a nivel arquitectónico que muestra la historia deportiva de la provincia mediante técnicas innovadoras que cautivan a los visitantes.

Esta ciudad vio nacer al ídolo del fútbol mundial, Lionel Messi, por eso propone un recorrido que recupera los espacios que marcaron a “La Pulga” en su desarrollo como persona y como profesional del deporte con 12 puntos que van desde el hospital donde nació y el potrero donde hizo sus primeros goles, hasta su paso por el club Newell’s y el lugar donde se casó con Antonela Roccuzzo.

Otra figura de reconocimiento mundial nacida en Rosario es Ernesto “Che” Guevara que se recuerda con un recorrido a partir de los lugares que atravesó y que hoy son el punto de partida de “Los caminos del Che”, que une los lugares que fueron escenario de distintos momentos de su vida.

Entre las múltiples propuestas artísticas sobresale el Museo Municipal de Bellas Artes Juan B. Castagnino por tener una colección permanente de obras altamente representativas de la historia del arte argentino desde los precursores hasta nuestros días, con énfasis en artistas rosarinos; y otra selección de pintura europea desde el siglo XV al XX, con entrada gratuita de martes a domingo en el horario de 11 a 19.

También se recomienda una visita al Museo de Arte Contemporáneo, que posee más de 300 obras e instalaciones diseminadas en su edificio ubicado dentro de los viejos silos Davis, antiguamente usados para el acopio de granos junto al rio, lo que le da una llamativa estructura edilicia, en consonancia con las obras exhibidas y que en su exterior tiene emplazada una obra de la reconocida artista argentina, Marta Minujín.

En tanto, el Museo de los niños recrea una ciudad en la que niños de 3 a 12 años pueden jugar entre peloteros, autos y edificios de goma espuma.

Otra propuesta es La Isla de los Inventos, abierta de viernes a domingos y feriados de 14 a 19, con una entrada de 70 pesos que permite ingresar a distintas salas o talleres donde los niños aprenderán de manera interactiva mientras experimentan y juegan.

Rosario presenta además una gran variedad en materia de espectáculos y eventos para toda la familia con teatros muy reconocidos como El Círculo, destacado por la condición acústica de su sala principal como uno de los mejores del mundo.

Es recomendable visitar la agenda de los teatros Broadway y La Comedia, así como también de predios como en el Hipódromo Independencia o el Anfiteatro Humberto de Nito, además de Festivales de rock, música electrónica y fiestas como la Bresh.