Conciencia y acciones en la Semana del Ambiente de Bariloche

Por segundo año consecutivo, la ciudad cordillerana dedica una semana, a partir del Día Mundial del Ambiente que se conmemora cada 5 de junio, para tender lazos entre especialistas y la comunidad y fortalecer la tan necesaria tarea de divulgación sobre el cuidado del medioambiente.

 

Bariloche tiene una condición que no comparte con muchas ciudades: parte de su ejido está directamente dentro del Parque Nacional Nahuel Huapi. Esto hace que sea un desafío particularmente importante articular el desarrollo urbano con el cuidado del entorno, sobre todo teniendo en cuenta que su principal actividad productiva es el turismo. La comunidad barilochense tiene el crédito de contar con una conciencia ambiental notable, pero sigue siendo necesario profundizar la divulgación en la temática en tiempos de cambio climático, huellas de carbono y retracción de la flora y fauna nativa.

No es casual entonces que los caminos de diversas instituciones y organizaciones hayan confluido en los últimos años en lo que hoy se denomina la Mesa Bariloche Sustentable: un espacio intersectorial que trabaja en el diseño de políticas públicas, la articulación de acciones concretas y el desarrollo de una educación ambiental accesible y masiva.

La Mesa está compuesta hoy por la Municipalidad de Bariloche -al frente del intendente Gustavo Gennuso desde 2015-, el Parque Nacional Nahuel Huapi, el Instituto de Investigaciones en Biodiversidad y Medioambiente (Inibioma, Conicet/UNCo), el Departamento Provincial de Aguas, la Fundación Manos Verdes, la Fundación Anthena Arcturus, la Asociación de Recicladores Bariloche y la Agrupación Circuito Verde.

Y en 2020 se instituyó la Semana del Ambiente, que este año transita por su segunda edición. Anclándose en los esfuerzos globales de concientización que se articulan alrededor del 5 de junio, el Día Mundial del Ambiente, Bariloche comenzó así a dedicar una semana completa al año para instalar una agenda de actividades que incluye charlas, conversatorios, talleres y documentales. El objetivo: llegar a cada vez más barilochenses a través de la educación ambiental, e intercambiar aportes y experiencias de distintos sectores para seguir avanzando en el trabajo que se realiza año a año.

Paradójicamente, la iniciativa se venía planificando como actividad presencial el año pasado, cuando llegó la pandemia y cambió los planes de todos. En 2020 se logró adaptar a formato virtual la mayor parte de las actividades, pero en 2021 directamente se previó un formato totalmente digital, facilitando la participación de más personas interesadas en el tema, con un fuerte anclaje en las redes sociales que permitan una mayor viralización de contenidos clave.

Este año el lema principal es “Reimagina. Recupera. Restaura. Patagonia consciente, nuestro hogar”. Según señalan desde la organización, es “una invitación que reúne la propuesta mundial de la ONU para este año y la visión de la Mesa Bariloche Sustentable para la aplicación de estas acciones en nuestra región”. Además, en esta edición 2021 se sumaron como invitadas estratégicas la Fundación INVAP, la Fundación QMark y la Liga Sustentable.

Bariloche y un camino hacia una mayor sustentabilidad

La ciudad de Bariloche, corazón turístico de la Patagonia, viene avanzando sin pausa en pequeños y grandes avances en materia de sustentabilidad, con las mismas dificultades que se enfrentan a nivel mundial y que obligan a un rediseño de toda una estructura productiva, urbana y poblacional que en sus orígenes no tuvo en cuenta muchos de los aspectos que hoy resultan fundamentales.

De hecho, en los últimos años el Municipio de Bariloche profundizó notablemente diversas políticas públicas que apuntan a reducir el impacto ambiental de sus principales actividades, a mejorar la eficiencia energética a pequeña y gran escala, y remediar algunas de las situaciones que en la actualidad son todavía una amenaza para su entorno natural.

En 2020, después de varios años de trabajo, la Municipalidad logró recuperar la funcionalidad de la Planta de Clasificación del Centro de Residuos Urbanos Municipal (CRUM), que opera la Asociación de Recicladores Bariloche (ARB), y el intendente Gennuso viene trabajando junto a su equipo técnico en un proyecto de licitación que contempla reconvertir el Vertedero Municipal en una planta de energía a través del biogás, que se complementaría con el actual trabajo de recuperación, clasificación y comercialización de residuos reciclables.

En paralelo, hace algunos años Bariloche se sumó a la Red Argentina de Municipios frente al Cambio Climático (RAMCC), y en ese marco la comuna ya elaboró su Plan de Acción Local Frente al Cambio Climático (PLAC), uno de los compromisos asumidos por Gennuso en el Pacto Global de Alcaldes por el Clima y la Energía (GcoM).

También está avanzada la tarea de actualización del inventario de Gases de Efecto Invernadero, algo en lo que se trabaja también junto a los proveedores de energía, y el Municipio tiene participación técnica en el programa PROUREE de Nación, desarrollando el diagnóstico energético preliminar de edificios municipales.

Gran parte de estos avances técnicos se volcaron ya en los más recientes Planes de Desarrollo Urbano Ambiental (PDUA), que la Municipalidad impulsa con la participación de diversos actores de la sociedad civil, y que trabaja sectorizadamente en el Sur, Este y Oeste de la ciudad cordillerana.

La Municipalidad de Bariloche ha incluso orientado una buena parte de sus esfuerzos de gestión ante el Gobierno Nacional, para traer a la ciudad obras de infraestructura sanitaria que permitan reducir el impacto de su población cada vez más creciente. Así, la ciudad logró la ampliación de su planta depuradora, y la construcción actual del nuevo Colector Costanero, que permitirá ampliar las redes cloacales y optimizar el tratamiento de efluentes para evitar problemas de contaminación.

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