Media sanción para el aumento de la deuda de EE.UU.

La Cámara de Representantes dio media sanción a la suba del techo de deuda para evitar un default.

 

La Cámara de Representantes de Estados Unidos dio este miércoles media sanción al proyecto de ley destinado a elevar el límite del endeudamiento del Gobierno con el objeto de evitar un default y recortar el gasto público, al cabo de extensas negociaciones entre el oficialismo y la oposición.

La iniciativa fue aprobada cerca de las 21.30 (las 22.30 en la Argentina) con 314 votos a favor y 117 en contra. Votaron a favor 149 republicanos y 165 demócratas, en tanto se opusieron 71 republicanos y 46 demócratas, precisó la emisora.

El proyecto debe ser debatido y votado por el Senado y, de ser sancionado, deberá ser promulgado por el presidente Joe Biden para entrar en vigencia antes del lunes próximo, la fecha tope señalada por la secretaria del Tesoro, Janet Yellen.

La iniciativa es resultado de un acuerdo logrado tras varios días de maratónicas negociaciones entre Biden y el presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, del opositor Partido Republicano.

La votación, que se preveía tormentosa y que no sería uniforme en las bancadas, llegó después de que el miércoles el texto sorteara su primera prueba con la aprobación en comisión.

El Congreso, cuyo control se reparten demócratas y republicanos, tiene algunos días de margen antes de que la caja del país se quede sin liquidez, lo que sucederá el lunes próximo, según Yellen.

Sin embargo, los términos del pacto logrado son rechazados por una gran cantidad de legisladores conservadores republicanos y también por un puñado de legisladores progresistas demócratas, cuyos votos cortejan respectivamente McCarthy y Biden, lo que generaba dudas respecto de cómo podía salir la votación.

Sin esto, Estados Unidos se arriesga a un default o cese de pagos de sus obligaciones, algo inédito que puede tener consecuencias catastróficas para la economía.

El proyecto de ley suspende el llamado techo de deuda hasta enero de 2025, lo suficiente para atravesar las próximas elecciones presidenciales de 2024, en las que Biden busca su reelección.

A cambio de lograr esta concesión, el Presidente aceptó la exigencia republicana de limitar algunos gastos con el fin de mantenerlos estables –excepto el militar– en 2024 y fijar su aumento a un 1% para 2025.

También prevé una reducción de 10.000 millones de dólares en los fondos asignados al fisco para modernizar e intensificar los controles.

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