Según la OIT 108 millones de nuevos trabajadores pasaron a ser moderadamente o extremadamente pobres
La pandemia hizo retroceder en el camino hacia la erradicación de la “pobreza laboral”.
En cuanto a la caída en las horas de trabajo, se perdió el 8,8% del total en 2020, explicado en parte por la reducción de las jornadas laborales. En 2021, el déficit de horas de empleo fue de 4,8% en el primer trimestre y 4,4% en el segundo, equivalente a 127 millones de empleos a tiempo completo. Estas cifras que se dan transcurrido el primer semestre “ponen de manifiesto que la crisis está lejos de haber terminado”, según la OIT. El otro motivo relacionado al aumento de la cantidad de trabajadores pobres se debe a que los empleos que se crean son “poco productivos y de mala calidad”, según la OIT.
En los registros de la OIT, en los países de ingresos medios el trabajo por cuenta propia disminuyó menos que el asalariado, en el segundo trimestre de 2020, y cuando el empleo repuntó en el tercer trimestre del año pasado, la suba fue mayor en el cuentapropismo. “La destrucción de empleo entre los trabajadores asalariados será dos veces mayor que en el caso de los trabajadores por cuenta propia, lo que provocará un cambio en la estructura del empleo”, concluyó la OIT.
Argentina no es la excepción: en el primer año de la pandemia, casi un tercio de los trabajadores (27,4%) se encontraron en situación de pobreza, según un trabajo de la UCA. El fenómeno no es nuevo, dado que en la última década se mantenía entre el 15 y 20%, pero desde 2017 se disparó.
Entre las causas locales se encuentran las mismas que a nivel global, pero se agrega la inflación. Solo en los últimos tres años un trabajador perdió 18,8% de poder de compra. “El aumento de trabajadores pobres es un debate mundial”, aseguró a Ámbito Santiago Poy, investigador de la UCA.
“Los que pusieron el tema en la vidriera mundial fueron los europeos, cuando desde el 2008, en la recuperación poscrisis, el crecimiento económico generó empleos de baja calidad, y para ellos fue un hecho novedoso, porque consideran al trabajador pobre como una contradicción. En Argentina no nos llama tanto la atención porque la mitad de los trabajos están en la informalidad”, agregó Poy, autor del informe “Efectos de la Pandemia sobre la dinámica del trabajo en la Argentina Urbana”.