Acuerdo UE-Mercosur: Argentina se comprometió a alcanzar la neutralidad climática en 2050

Lo confirma la primera publicación del Departamento de Comercio Internacional de la Unión Europea. También ratifica la adhesión al Acuerdo de París pese a que el mes pasado el Gobierno había amenazado con retirarse.

Acuerdo UE-Mercosur: Argentina se comprometió a alcanzar la neutralidad climática en 2050

 

Argentina se comprometió a alcanzar la neutralidad climática en 2050. Así lo confirma la primera publicación oficial de la Unión Europea sobre el capítulo ambiental incluido en el acuerdo con el Mercosur. La novedad surge días después de que el gobierno de Javier Milei amenazara con retirarse del Acuerdo de París. Según el texto, la adhesión a estas normas es un “elemento esencial”, lo que significa que una de las partes podría incluso romper el tratado si el otro bloque no cumple con esas cláusulas.

Un documento oficial publicado por el Departamento de Comercio Internacional de la Unión Europea asegura que Argentina y el resto de los países que integran el Mercosur y la UE, se comprometieron a alcanzar la neutralidad climática en 2050. En esa línea, el artículo destaca que “el acuerdo de asociación encarna un compromiso compartido con el desarrollo sostenible y servirá para promover la transición verde y garantizar la protección de los derechos laborales”.

La publicación surge un mes después de que el gobierno de Milei retirara inesperadamente a la delegación argentina de la conferencia anual de ONU sobre el clima. El ministro de Relaciones Exteriores, Gerardo Werthein, amenazó incluso con una retirada del acuerdo de París: “Estamos reevaluando nuestra estrategia en todos los temas relacionados con el cambio climático”, dijo a The New York Times.

Sin embargo, el documento difundido detalla que el Acuerdo de París es un elemento “esencial” en el tratado UE-Mercosur. Esto significa que una de las partes podrá romper el contrato si la otra no cumple con los postulados ambientales. Se incluye además un principio de “no regresión” por el cual no se pueden empeorar las condiciones ambientales o las normas laborales para promover el comercio y la inversión.

“Milei firmó algo que va en contra del negacionismo al cambio climático. Es un acuerdo que se alinea con el Acuerdo de París y con el Pacto Verde Europeo”, explicó a Ámbito el investigador del Conicet y docente de la maestría en Estudios Internacionales de la Universidad Torcuato Di Tella, Bernabé Malacalza. En ese sentido, señaló que “no es pragmatismo, es la brecha entre el deseo del Presidente y su real peso negociador”.

El consultor político y especialista en asuntos internacionales Patricio Giusto, coincidió en que “Milei ha quedado en una posición bastante solitaria con respecto a la cuestión climática” y agregó que “es riesgoso para Argentina porque las empresas de los países que no adhieren a esas normativas se ven perjudicadas se le cierran mercados y se pierden inversiones”.

Puesta en marcha y mensaje al proteccionismo de Trump

El fin de las negociaciones constituye un paso relevante en el proceso. Tras una limpieza legal final de ambas partes, el texto se traducirá a todos los idiomas oficiales de la UE y luego se presentará al Consejo y al Parlamento europeo. Si en esos organismos Ursula Von der Leyen consigue el aval, ingresará en la etapa de “aplicación provisoria”.

Tal como anticipó Ámbito, esto implica que las cuestiones centrales del acuerdo Unión Europea-Mercosur y sobre todos los apartados vinculados al comercio exterior pueden aplicarse sin la necesidad de que los países que integran la UE los aprueben en sus respectivos parlamentos.

Para Bernabé Malacalza “el acuerdo es un mensaje geopolítico a la política de mega arancelamientos que se viene con Trump”. Según el especialista es “un claro movimiento de la Unión Europea contra el proteccionismo que además se da en el mismo momento en que China lanza una política de arancel cero para países en desarrollo”.

Apoyo del empresariado local

Pese a que diversos analistas consideran que el acuerdo trae consigo riesgos para algunos sectores de la producción nacional, las organizaciones empresariales se expresaron a favor casi de manera unánime. El Grupo de los 6 que integra a las principales entidades del sector financiero, del comercio, del agro, la construcción y la industria, lo celebró y destacó que tendrá un “impacto positivo en el desarrollo económico del país”.

El Consejo Agroindustrial Argentino hizo lo propio con un comunicado en el que su presidente José Martins consideró al acuerdo “una muestra de un Mercosur más activo y dispuesto a abrir mercados” y aseguró que “la adopción de reglas de inversión y comercialización entre ambos bloques permitirá atraer inversores europeos en la agroindustria argentina”.

En el caso de CILFA, la cámara que agrupa a los laboratorios nacionales el foco estuvo puesto en que el acuerdo “prevé un capítulo de propiedad intelectual equilibrado que, a la vez de estimular la innovación y la inversión, establece las condiciones para mantener un mercado farmacéutico competitivo y dinámico”.

Un importante consultor económico le dijo a Ámbito que entre los sectores potencialmente perjudicados se encuentran la industria automotriz, algunos rubros vinculados a la cadena de valor metalúrgica y eslabones locales de la cadena de valor textil. Hasta el momento no hubo cuestionamientos oficiales.

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