Finalmente, invitan a la Corte a participar de la apertura de sesiones ordinarias
A última hora, recibieron convocatoria formal para participar el 1-M de la ceremonia que encabezará Alberto Fernández. Lo discutirán mañana en el acuerdo pos jura de los consejeros senadores, prevista para las 10. Clima enrarecido.

La demora en la convocatoria para un acontecimiento donde siempre estuvieron representados los tres poderes del Estado en uno de los principales actos de trascendencia institucional había hecho aflorar múltiples especulaciones sobre una eventual ausencia, en el contexto del juicio político que el Ejecutivo y diputados del oficialismo impulsan contra todos los miembros del máximo Tribunal. Con embates que se acrecientan de forma semanal, el impasse de la apertura de sesiones puede ofrecer una postal para leer la tensión que domina el ambiente.
Aunque se descuenta que no habrá un desplante, la Corte aprovechará su reunión de acuerdos prevista para mañana -luego de la jura de los consejeros senadores habilitados para el Consejo- para discutir su asistencia, y sobre todo, cuándo comunicarla.
La batalla en el Consejo de la Magistratura, como ya lo informó Ámbito, pasará por la conformación del quórum ante el nuevo escenario. El plenario necesita de 13 miembros y dos tercios de los presentes para aprobar ternas. Las conversaciones subterráneas de estos meses obligan a leer el mapa del Consejo bajo el prisma de que los estamentos denominados “técnicos” alcancen acuerdos para destrabar el funcionamiento del órgano de selección y remoción de jueces.
No excluyente, eso abarca a los abogados, académicos que por atracción suman a los magistrados, lo que termina siendo un objetivo que evitaría que dentro del estamento político se generen bloqueos. De todas formas, es una cuestión que debe testearse en las práctica ya que el último plenario fue el 16 de julio de 2022 para la aprobación de ternas.
El acuerdo posterior a la jura -que ya tendrá sus condimentos particulares- será la antesala del 1 de marzo. Allí se espera un nuevo discurso que tenga a la agenda judicial presente pero en un contexto distinto y más complejo que las anteriores intervenciones de Alberto Fernández en el mismo recinto: no solo está presente el juicio político sobrevolando en el aire, sino también una parálisis equivalente a la del Consejo en el propio Congreso, donde el temario propuesto para las sesiones extraordinarias fue un espectro.+
(Ámbito Financiero)
