Guzmán: “Es fundamental que crezca el poder adquisitivo de los salarios”

El ministro de Economía destacó ante empresarios que “las políticas de precios e ingresos que acompañan a las de programación económica van en ese objetivo”. Además, remarcó “la clave de cualquier programa para contener la inflación es cambiar las expectativas”.

Guzmán: “Es fundamental que crezca el poder adquisitivo de los salarios”

 

El ministro de Economía, Martín Guzmán, aseguró que la actividad está “creciendo fuertemente en 2022 y puede seguir haciéndolo en 2023”, pero aclaró que “para que eso ocurra hay que tener cierta racionalidad e ir administrando las restricciones y haciendo una política económica acorde”.

Al participar del almuerzo organizado por el Consejo Interamericano de Comercio y Producción (Cicyp) en el Alvear Palace Hotel, de la ciudad de Buenos Aires, el titular del Palacio de Hacienda expuso durante 40 minutos los principales lineamientos de la gestión económica del Gobierno, ante un auditorio compuesto por cerca de dos centenares de empresarios y directivos de firmas de primera línea.

“Argentina viene teniendo una muy fuerte recuperación económica”, dijo y recordó que el año pasado “se incrementó 10,3% el PBI. El desempleo se redujo al 7% y la inversión creció 33%”, dijo Guzmán en el primer tramo de su exposición.

“Nadie proyectaba que la recuperación económica iba a ser tan rápida en la Argentina y lo hicimos solo en un año gracias a distintos factores, entre ellos las políticas que desplegamos durante la pandemia que evitaron la destrucción del tejido productivo”, subrayó el ministro.

Luego, precisó uno por uno los puntos que, a su entender, son fundamentales para sostener la senda de crecimiento: administración de la restricción externa hasta aumentar las reservas disponibles, tranquilidad para la economía a través de un programa “que sea creíble” y “racional”, disminución de la asistencia monetaria del BCRA al Tesoro, aumento del ahorro en moneda local, crecimiento de los salarios y la inversión.

Además, Guzmán consideró que Argentina tiene “una oportunidad histórica” en materia de desarrollo energético en un mundo que cambió tras la guerra entre Rusia y Ucrania y donde la energía y los alimentos se transformaron en las principales preocupaciones de los países.

A pesar de los buenos resultados económicos, el ministro hizo hincapié en el objetivo de bajar la inflación, a la que calificó como el “principal tema de preocupación que tiene la economía argentina desde hace varios años, pero que hoy también es un problema global”.

“La inflación tiene un componente interno y otro externo. El principal problema en el mundo hoy es la inflación”, dijo el funcionario.

Guzmán enfatizó que “la clave de cualquier programa para contener la inflación es cambiar las expectativas y tener un programa económico y que sea creíble. Planteamos el compromiso desde el Gobierno nacional de seguir en esta línea”.

“Nadie proyectaba que la recuperación económica iba a ser tan rápida en la Argentina y lo hicimos solo en un año gracias a distintos factores, entre ellos las políticas que desplegamos durante la pandemia que evitaron la destrucción del tejido productivo”.

Además, consideró necesario la obtención de divisas para sortear la restricción externa (escasez de dólares) que impide financiar el crecimiento económico.

“Para afianzar la estabilidad necesitamos que el Banco Central tenga más reservas, porque eso ayuda a anclar expectativas. El crecimiento económico tiene que ser consistente con la meta de acumulación de reservas que planteamos” y el tipo de cambio “se tiene que mover de forma consistente con la estabilidad de la balanza de pagos”, aseguró Guzmán.

“Si no tenemos divisas no podemos crecer, si queremos que crezca la economía tienen que crecer las exportaciones, es una necesidad aritmética”, agregó.

Al remarcar la importancia de sostener el rumbo económico, el funcionario evaluó que “a la Argentina históricamente le cuesta mucho actuar de forma programática. Hay una tendencia a actuar de forma cortoplacista. Es un patrón que no es común en el mundo. Hay volatilidad del rumbo que genera comportamientos cortoplacistas. Buscamos actuar con firmeza en forma programática” para conectar mediano y largo plazos.

En ese sentido, mencionó al desarrollo del sector energético como uno de los ejes para transformar la estructura productiva nacional y regional.

“Argentina y toda la región, que debe trabajar junta, tienen una gran oportunidad para acelerar el desarrollo del sector energético. Esto sería transformacional para nuestra economía porque transforma lo productivo al tener otros costos y aumentar la competitividad de la industria y sectores que hoy generan mucho empleo pero también demandan divisas”, explicó el ministro.

En esa línea, Guzmán se refirió al desafío de “completar capital doméstico con capital extranjero” e ir “adaptando ciertas regulaciones para permitir un escalamiento significativo de la inversión”, en particular una “adaptación de las regulaciones de capital para el sector energético que se va a canalizar en un decreto presidencial”.

Para sostener el crecimiento y generar más inclusión, Guzmán consideró “fundamental que crezca el poder adquisitivo de los salarios, que siga recuperándose a paso firme.

En esa línea, el funcionario indicó que “las políticas de precios e ingresos que acompañan a las de programación económica van en ese objetivo”.

En otro tramo de su exposición en el porteño Alvear Palace Hotel, el ministro sostuvo que “hay ir convergiendo a cero en las transferencias del Banco Central al Tesoro”, tras lo cual advirtió que eso “no se puede hacer de golpe porque no sería efectivo para reducir la inflación. Ya ocurrió en 2018 y no tuvo éxito”, recordó.

Consultado sobre el nivel de las tasas de interés, Guzmán expresó que “hay un sendero de normalización de la estructura de tasas para fortalecer la estabilidad cambiaria y desincentivar la dolarización de carteras. Esa es la línea sobre la que se seguirá actuando”.

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