Biocombustibles: por qué no apoyar el proyecto del gobierno nacional

El director ejecutivo de la Asociación Argentina de Biocombustibles e Hidrogeno, Claudio Molina, analiza punto por punto el proyecto presentado por diputados nacionales del oficialismo. Se suman voces de ex Secretarios de Energía pidiendo la prórroga por un año.

Biocombustibles: por qué no apoyar el proyecto del gobierno nacional

 

El próximo 11 de Mayo es la fecha de vencimiento de la ley de promoción de Biocombustibles que ya cuenta con la prórroga por unanimidad en el Senado pero se vio truncada la misma en la Cámara de Diputados a raíz del poder de lobby petrolero que comenzó a operar para echar por tierra todo lo avanzado durante los últimos años en materia de promoción de los biocombustibles líquidos.

En los últimos días comenzó a circular un documento elaborado por Claudio Molina, director ejecutivo de la Asociación Argentina de Biocombustibles e Hidrogeno en el que fundamenta punto por punto las implicancias del proyecto presentado por el diputado nacional Marcos Cleri y porque no se debería acompañar el mismo. A continuación, la transcripción de los argumentos a tener en cuenta:

Este proyecto de ley del oficialismo no se debería acompañar por qué:

  • “Porque reduce el porcentaje de mezcla obligatoria entre gasoil y biodiesel del 10% actual, al 5%, además de otorgar la facultad a la Autoridad de Aplicación de extender esta baja al 3% y en el caso de nafta con bioetanol, del 12 % a un 9 %, en abierta violación al principio de progresividad establecido en el Acuerdo de París, que fuera ratificado por Ley N° 27.270, y prescripto también en la Ley Nacional Ambiental N° 25.675. Esa reducción es más fuerte en el caso del biodiesel, a pesar que los gases de escape de gasoil, han sido reconocidos por la OMS como procuradores de cáncer de vejiga y pulmón. Además, soslaya importantes informes científicos, como uno reciente publicado por la Universidad de Harvard, donde se confirma la existencia de millones de muertes anuales en el mundo, por exposición a los combustibles minerales. En definitiva, esta propuesta atenta contra el ambiente y la salud de los argentinos”.
  • “Porque otorga amplias y discrecionales facultades a la Autoridad de Aplicación, como la antes referida posibilidad de bajar los contenidos mínimos de biocombustibles en las mezclas, o de intervenir en el mercado de aceites, maíz, azúcar, en sintonía con Ley de Abastecimiento, o de fijar precios que podrían no ser representativos de los costos de producción, etc. Ello legitimará muchos errores y omisiones que la citada autoridad viene registrando desde 2012, que ponen en riesgo a toda la actividad”.
  • “Porque no se busca transparentar el régimen, evitando en general un buen acceso a la información pública, y en particular, conocer la operación de grupos económicos (¿amigos de la política?) vinculados a la producción de biocombustibles, los que para obtener ventajas, se atomizan en emprendimientos más pequeños, sin que sea rechazada su operatoria. Llamativamente, ahora se eliminó el acrónimo PYME del presente texto”:
  • Porque se atenta contra los procesos de inversión productiva e innovación que deben asociarse a estos programas, de manera de mejorar la productividad y consolidar en el país, el acceso a los últimos avances de la ciencia y tecnología en la materia. En otras palabras, se quitan incentivos a las inversiones.
  • “Porque se discrimina en contra de aquellos productores de biocombustibles que de manera directa o indirecta, se vinculen con la exportación de biocombustibles, cereales, oleaginosas, y otros insumos relacionados con aquéllos. En otras palabras, se quitan incentivos a la exportación”.
  • “Porque otorga un tratamiento relativo perjudicial al bioetanol de maíz –que debe absorber los eventuales 3 % de baja en las mezclas con naftas-, en relación al bioetanol de caña de azúcar, el que solo encuentra fundamentos en prejuicios ideológicos, hecho que a la vez impacta negativamente en la Región Centro del país, por sobretodo”.
  • “Porque excluye la posibilidad de desarrollar biocombustibles distintos al biodiesel y al bioetanol”.
  • “Porque impide el acceso al mercado interno de biocombustibles, a un grupo importante de productores de biodiesel, los que podrían operar en un régimen de libre mercado ocupando un segmento específico, toda vez que se intensifique el uso de biocombustibles en el país, objetivo deseable pero que quedará trunco en caso que la presente propuesta se convierta en ley”.
  • “Porque se ignora la posibilidad de implementar en el país un programa destinado a introducir vehículos con motores “flex fuel”, tan necesario para incrementar la sustentabilidad en el uso de combustibles de transporte, a través de la utilización de contenidos de bioetanol en las naftas, superiores al 18 %”.
  • “Porque se pone a una buena cantidad de productores de biocombustibles, como consecuencia de la significativa reducción futura de la demanda de ellos y el consecuente aumento de la capacidad ociosa, al borde de la bancarrota”.
  • “Porque el proyecto de ley que nos trata, está mal fundamentado y redactado, no procura el logro de fuertes consensos propios de una buena política de Estado, presenta tramos muy confusos que llevarán a un aumento de la conflictividad judicial, y en definitiva, busca enfrentar a productores de biocombustibles entre si, en una especie de “sálvese quien pueda” para sobrevivir. Las consecuencias de esta iniciativa, terminarán siendo nocivas para la Argentina”.

A estas argumentaciones se suman las voces de los ex Secretarios de Energía de la Nación que a través de un comunicado expresaron: “Dado que la ley 26093 se encuentra próxima a vencer, y no se ha producido un debate amplio sobre la evolución de la política de Estado de los biocombustibles, se sugiere prorrogar la misma por un año a partir del 1 de Mayo de 2021 de manera de tener un lapso de tiempo, alejado del calendario electoral, para desarrollar una discusión amplia y madura sobre las directrices estratégicas que gobernaran a los biocombustibles en el futuro”.

Y agregan: “Deben promoverse las exportaciones. El país y la región pueden y deben potenciar la generación de valor agregado exportable de proteína animal y biocombustibles, lo cual agregar hasta cinco veces valor respecto a la producción primaria de proteína vegetal”. El documento lleva la firma de Emilio Apud, Julio Cesar Araoz, Alberto Devoto, Alieto Gudagni, Jorge Lapeña, Daniel Montamat y Raúl Olocco.

Es necesario que reine la cordura y la sensatez por parte del gobierno nacional y que tome la decisión de prorrogar por el término de un año para tener el margen de tiempo necesario para debatir y generar los consensos para una nueva ley que profundice la promoción de los biocombustibles. Están en juego miles de empleos e inversiones realizadas. 

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