Aplicaciones selectivas: Quienes ya adoptaron esta tecnología

Esta tecnología permite colocar el herbicida únicamente allí donde hay malezas que controlar, permitiendo un 80% de ahorro en producto y menor impacto ambiental.

 

Desde el centro de la provincia de Córdoba, el asesor Guillermo Aguirre (La Josefina) explicó que comenzaron a trabajar con aplicaciones selectivas hace 3 años atrás, impulsados para ser más eficientes en el manejo de malezas, “la idea es hacer aplicaciones en los momentos indicados y que no se dispare el tamaño de las malezas”. 

Aguirre comentó que trabajan con una pulverizadora de 30 m de botalón, al que le instalaron un equipo fijo Weedit de 19 m de aplicación selectiva, con un caudal de 80 lt/ha. “El equipo es de primera generación, el manejo es simple para el operario y fácil configuración. Tiene sensibilidad según el tamaño de la maleza, cuando la maleza es pequeña reducimos la velocidad de avance de 18 km/hora a 15 km/h. También reducimos la velocidad cuando hay mucho viento para que el producto llegue al objetivo”.

El ingeniero aclaró que usan el equipo selectivo fundamentalmente para aplicar herbicidas preemergentes en otoño-invierno y algo en primavera. “Cuando aplicamos sobre rastrojo de maíz se nos complica un poco porque tenemos que elevar la altura del botalón y la eficacia no es muy buena. Los mejores resultados los tenemos en barbechos largos, entramos varias veces al lote para agarrar las malezas con un buen tamaño”, aclaró. 

Dentro de las ventajas que describió es el ahorro económico en fitosanitarios porque usan menos cantidad, eso les permite aplicar productos más caros para tratamientos específicos y focalizados, además tiene un menor impacto en el ambiente y redujeron un 50% de agua.

Los aspectos a mejorar, nombró la estabilidad de la altura del botalón y la frecuencia que necesita la verificación del equipo. “Estamos sumando experiencia lo que nos permite ir ajustando las cosas. Cuando los tiempos son ajustados, tenemos que decidir si realizamos aplicación total o selectiva”.

En el caso de La Clementina, una empresa de producción agrícola con base en San Jorge, centro de la provincia de Santa Fe, Barbarina Milanesio dijo que la empresa comenzó a trabajar con un equipo de aplicación selectiva Weed It de 25 mt en los campos que produce en el norte (Santiago del Estero) con resultados muy buenos. “Nos empezamos a preguntar por qué no usarlo en los campos de San Jorge, a pesar que los lotes son chicos y el barbecho es más corto”. Esa cuestión no los limitó para probar, tal es así, que en 2018 y 2019 sumaron 2 equipos Weed It, de 29 y 25 mt respectivamente, que se emplean tanto para lotes de producción propia como para brindar servicios a terceros.

En general realizan 2 aplicaciones por lote a fines de agosto, septiembre y octubre, y la decisión está basada en monitoreos y estimaciones visuales. “Tratamos de interpretar el lote tal como lo haría el Weed It y es lo más práctico. Las principales malezas son rama negra, manchones de sorgo de alepo, yuyo colorado y raigrás. Preparamos entre un 5% y un 10% de caldo de la superficie total a aplicar, y después vamos ajustando si es necesario”, explicó.

Al igual que Aguirre, Milanesio comentó el peso y el inconveniente que tiene el equipo a la hora de montarlo sobre la máquina pulverizadora.

Hablando de resultados y desafíos futuros expresó “Estamos muy contentos, ahorramos entre un 50 y 70% de agua y 78% de herbicidas en 3 campañas. También ahorramos en logística, porque son menos viajes para abastecerse de agua e insumos. Evitamos el uso de 7309 envases de fitosanitarios, y el EIQ (coeficiente de impacto ambiental) se redujo un 82%. Queda un gran desafío hacia adelante, hay mucho por medir y corregir. Mejoras en las empresas que se dedican a la fabricación de equipos pulverizadores, Necesitamos más imágenes satelitales para estimar las malezas y poder verlas cuando son más pequeñas. Lo que antes parecía ciencia ficción ahora ya lo estamos usando”. 

En la zona de Trenque Lauquen,  Arturo Ghigliaza asesora 9000 ha agrícolas de la firma Sastre Inchauspe S.A., la cual tomó la decisión de invertir en equipos de aplicaciones selectivas por la clara convicción empresarial de cuidar el medio ambiente y ahorrar en herbicidas. Luego dijo, “La tasa de aparición de malezas resistentes es cada vez mayor, el costo de herbicidas incrementa cada año, estamos convencidos que el control preemergente nos permite demorar la aparición de resistencia, por eso fuimos por la doble línea. Invertimos 200 mil dólares para equipar los 27 m. Tomamos un crédito a 3 años y pensamos un tiempo de repago de 2,5 años”.   

Describiendo las características del equipo , explicó que posee 30 m de botalón, con 1 sensor por metro y cada uno comanda 5 picos de 20 cm, casi no requiere calibración por parte del operario, pero sí “loneo” de control por parte del ingeniero responsable.

Comparando una pulverización convencional vs selectivo, en una superficie de 17.316 ha, en un período de 820 días, ahorraron U$S 196.770, 2345 menos envases y 83% de formulados. 

Con la idea de transmitir la experiencia vivida, Ghigliazza compartió algunos errores de proyección “consideramos que el 100% de las aplicaciones de barbecho las haríamos con selectiva, pero nos encontramos con limitaciones del equipo y logística. No consideramos el mayor desgaste de la máquina que se da por el peso. El desconocimiento de todos en el armado del equipo. Consideramos un ahorro del 60%, pero finalmente es de 83%”.

Del sur de la Provincia de Bs. As., Agustín Bilbao (Asesor Viento Sur S.R.L y miembro Regional Necochea Aapresid) explicó que comenzaron en 2017 con aplicaciones dirigidas, y hoy trabajan con 4 equipos directos y 20 indirectos, distribuidos en el centro sur de la provincia de Bs As, Mar y Sierras, con excelente control de malezas, y en ese sentido ejemplifica “En abril de este año, con Weed It aplicamos el herbicida en cuadro 2×2, y 14 días después observamos un control de 40% en malezas de 2cm, 80 % en 3 cm y un 99% de control cuando la maleza tiene 8 cm. A las malezas chicas no le estamos pegando, pero tenemos un ahorro promedio de 80% de herbicida”.

El ingeniero manifestó que están sumando herbicidas residuales en aplicaciones dirigidas. El ahorro en insumos también les permite usar productos más caros para el controles específicos “En 2020, en 2.600 ha con problema leve de malezas resistentes, obtuvimos un ahorro real de U$S 30.000. En 3 años el equipo se paga sólo, y con el aumento del precio de glifosato de este año se paga en 2 años, y a partir de ahí todo es ganancia”.

Sumando los beneficios de las aplicaciones selectivas, Bilbao comentó “Obtuvimos ahorros en EIQ, envases, agua y U$S del 72%. Esos mismos ahorros equivalen al 50% del herbicida total usado por hectárea física al año, considerando todos los barbechos y herbicidas dentro de los cultivos”. En cuanto a los puntos críticos de la tecnología en su sistema, marcó “En la zona hay mucho viento, y cuando supera los 20 km/h no podemos aplicar. También tenemos falsos positivos cuando el suelo está húmedo.  También tenemos que proteger los picos de las cañas de maíz”.

Como reflexión final, Agustín Bilbao dijo “Tenemos que trabajar más arriba del campo, se requiere más cerebro agronómico, más actitud, mejorar los procesos y trabajar en equipo. La herramienta ya existe, está validada”. 

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